La luz solar es necesaria para los seres humanos y otros seres vivos más. Nuestro cuerpo aprovecha el
sol para mantener los patrones del sueño y podamos permanecer despiertos durante el día y dormir por la
noche, nos ayuda a mantener el buen estado emocional, ayuda a que la piel produzca vitamina D, que es
necesaria para la mineralización de los huesos y otras funciones.
Sin embargo, la luz solar que es una mezcla de rayos visibles e invisibles, entre ellas la luz
ultravioleta (Luz Ultravioleta A y Luz Ultravioleta B) también puede producir daños, las cuales pueden
ser:
- Quemaduras de la piel.
- Afectar el crecimiento y apariencia de la piel.
- Acelerar el envejecimiento de la piel (aparición de líneas y arrugas).
- Aumentar el riesgo de cáncer a la piel (carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide o melanoma) por
producir daños en el material genético de las células de la piel.
- Aparición de Tumores o lesiones benignos
Un importante factor de riesgo de melanoma es tener una gran cantidad de lunares, o grandes lunares
planos con formas irregulares. También las quemaduras solares especialmente durante la infancia, o tener
antecedentes familiares de melanoma o cualquier otro tipo de cáncer a la piel constituyen riesgos para
desarrolla melanoma.
Recomendaciones:
- Permanezca en la sombra, especialmente entre las 10:00 am. a 4:00 pm (cuando la luz solar es más
intensa).
- Use protector solar, con un factor de protector solar (FPS) 15 o superior, con protección UVA y UVB.
Si tiene la piel bien clara, use un FPS 30 o superior. Póngase el protector solar de 20 a 30 minutos
antes de exponerse al sol y vuelva a ponérselo por lo menos cada 2 horas.
- Use gafas que protejan los ojos y que estén etiquetadas para proteger contra los rayos UVA y UVB.
- Use vestimenta protectora y un sombrero de ala ancha que ayuda a reducir la exposición al sol.
- Evitar las cámaras de bronceado y las lámparas solares artificiales que utilizan bombillas
especiales que aceleran el bronceado, porque también emanan rayos UV dañinos.
- Evite la exposición directa a la luz solar a los niños menores de dos años.
Hágase una evaluación médica periódica si es que tiene antecedentes familiares de cáncer a la piel o
presenta lunares grandes con características sospechosas.